La luz roja parpadeaba, mire a ambos sentidos de la calle pero ni un alma se divisaba por la amplia avenida, cruce, y en medio de la calle note que todo el comercio estaba cerrado, seguí caminando, tapándome el cuello para librarlo de la helada brisa.
No sabia donde ir, ¿hacia donde caminar en una ciudad que uno no conoce?
Un avión comercial sobrevoló mientras yo miraba su abdomen cromado desde una esquina custodiada por dos policías, con la gorra bajo el brazo, fumando un marlboro y apoyados sobre la capota de su patrullero.
Me quedaron mirando, pero los deje atrás con largos pasos. La avenida dio una curva, desorientándome, me quede quieto tratando de buscar el sol, pero se ocultaba tras unas densas nubes. Redireccioné mis puntos cardinales, a través de dos avenidas, Córdoba y Callao, pero Córdoba era en la que estaba, y hacia la curva desorientadora.
Camine hacia donde creía que estaba el congreso pero solo encontraba calles de nombres extraños, de gente ilustrada desconocida y héroes ajenos.
Seguí por la angosta calle hasta que la arquitectura de los edificios cambio, se volvió mas lóbrego, o mas húmedo, cosa no fuera de lo común, donde la humedad alcanzaba los 90% como si nada, donde uno podía cuajar el aire y esperar que empezara una tormenta eléctrica. El concreto era oscuro y escaseaban los árboles,
Llegue a la calle Venezuela, a la siguiente estaba la calle México, pare para sacar una botella de agua mineral, sin gas, porque no existen las burbujeares de mi tierra, seguí la marcha y allí estaba , una esquina con un cartel chocado y letras entre borradas que decía, Chile, quede quieto mirándola, como un conejo frente a la luz de un vehículo que va a toda velocidad, lo mire, y releí varias veces, ¿hace cuanto q no pensaba directamente en lo que he dejado atrás? Siento que ha paso demasiado el tiempo desde que tome ese bus, y ahora, en una de las desembocaduras hacia el atlántico vuelvo a recordar esa tierra empinada, sus calles resquebrajadas, su contaminación.
Me sentí cómodo por unos segundos, luego volví a sentirme ajeno a esta ciudad, como solo un extranjero.