Cine Arte Alameda

Salimos del cine, y comenzamos a caminar hacia el parque Balmaceda, donde tantas veces nos habíamos visto, conversábamos y nos mirábamos.
-y que te pareció la ultima película?
- era demasiado cine B
- pero esa es su esencia no?
-si, pero no me gusto, me gusto mas la de las mil y una noches.
-si, ese corto era buenísimo.
-me gusto todo ese romanticismo, y de que los amantes se fundieran en uno solo y todo eso…
-… si , era lindo
Paramos en la esquina de Alameda con V. Maquena, la quede mirando a los ojos.
Me encanta su voz y sobre todo cuando se muerde los labios, me acerco pero da verde.
-no me gusta el Salfate, se cree freak.
-ja, a mi me agrada, me acuerdo cuando chico y lo veía en Maldita Sea, en el canal Rock&Pop…
-pero se hace el freaky, y no me gusta eso.
-es su forma…
-solo quiere hacerse notar como tal, me cae mal.
-jajaja, ah oye! -¿Y escuchaste el tema que te mande?
-¿Cuál?
-el de The Shines.
-ah! Si…
-y te gusto?
-si, era lindo, como muy happy.
-si, es lindo.
Le dije eso y ella quedo viendo la estatua de Balmaceda a los pies del obelisco, el obelisco criollo, seudo obelisco de la plaza veintiuno de mayo.
-sabes…
Deja de mirar a Balmaceda y obtengo su atención.
-¿si?
-Balmaceda parece como si se estuviera levantando en la mañana, sexymente con las sabanas a mirar en el balcón.
-jajajaja.
-pero así parece, ni los griegos andaban así por la vida.
-pero piensa que es el toque patriótico. Y q tienes que imaginar que la “sabana” es la bandera.
-¿a lo Cecilia Colloco?
-jajajaja, tantas idioteces que dices.
Me saco una sonrisa, la hago reír, me gusta eso.
-oye, vamos a ese puente?
-¿a cual?
Le apunto hacia el puente con forma de arco.
-¿al de los enamorados?
-jajaja, no, al de autos
Me queda mirando.
-¿y para que?
- para subirnos…
-pero, no pos, uno no se pude subir allí.
-si se puede…
-no, no quiero…
-pero, ya pos, vamos…
-no, no quiero, si quieres tu te subes y yo te miro.
-no, o subimos los dos o ninguno.
-entonces ninguno.
-pero subamos pos!
-no quiero, ya te dije.
-ya, como quieras.
Y hay quedo mi idea de besarla sobre ese puente, las cosas al final, no son como los cortos que vimos en el cine Arte alameda, nada en nuestras vidas es cinematográfico a parte de las caídas en bicicleta. Me desanime, y no volví a mirarla a los ojos el resto de la noche.