Hoy bajaba las escaleras del metro Baquedano, y entre el tumulto de personas que subía apresurada a la combinación de línea, veo un rostro que me llama la atención, su cara de tardes interminables en plazas, si, era él, ese chico, el de perturbarme en la sala de clases pensando en él, el de que me llevaba a lugares desconocidos a caminar, que me hacia regalos, el que me regalo mi primera flor, la que se seco al lado de mi cama. Me puse nerviosa e hice que no lo veía, pero el me reconoció,

-Antonia!, hola amiga, me hice la desentendida, lo quede mirando.
-ah, hola.
-tanto tiempo niña ¿Cómo has estado?
-bien, ¿y tú?
-si, bien, haciendo mis cosas…

-¿para donde vas?
Me queda mirando con su cara coqueta de siempre.
-a mi casa, ¿y tú?
-igual, estoy cansada y necesito dormir
Recordé esa tarde que pasamos en aquella plaza, donde conversábamos temas infinitos que ya no recuerdo, pero en que lo miraba y solo esperaba en que me besara, que pendeja, pero me gustaba.
Él estaba un peldaño mas arriba que yo, él subía y yo bajaba. Mire sus pies, y comenzó a retroceder, ese sueño idiota de niña encaprichada, retrocedía subiendo los peldaños
- estoy apurado.
- entonces que estés bien, ¿te cuidas ya?
- tu igual.
Me dio la espalda y desapareció, como la atracción que tenía hacia él.

Siento un olor a copete muy fuerte, tengo una manga del polerón húmeda con no se que, alguien está hablando, le digo:”cállate weon”. Los tipos de ríen, camino hacia el sillón, intento sentarme, el cuerpo se me va, y me pego un cabezazo contra la pared, escucho risas, escucho como el audio en bajo, mi vista esta extraña, mi cabeza da un poco de vueltas, cada paso que doy, pierdo un segundo ya he dado otro segundo, como poner una película a 8x y después volver a ponerle PLAY. Escucho risas. Estoy acostado, alguien me acostó, siento una mano en la rodilla, las voces se van y apagan la luz, la mano va en el muslo, siento que me desvanezco y me hundo en la cama, pero esa mano me agarra de la guata, y vuelvo, de un salto estoy en pie. Y salgo corriendo. Subo una escalera caracol, estoy conversando, o por lo menos intentándolo, alguien se ríe, comienzo a toser, “ese weon va a vomitar”, escucho de una de las camas de la habitación, alguien me toma y me conduce al baño, pero está ocupado, siento como una cosa extraña intenta salir de mi garganta, corro al baño d abajo, bajo la escalera corriendo, con las manos apoyadas en amos lados para que no se me corra el cuerpo, con movimientos torpes subo la tapa, y deposito una mancha en el agua del inodoro.
Estoy sentado, no se donde estoy, alguien me vuelve a servir un vaso ya vaciado cien veces. Intento enfocar la mirada pero se me va, la conversación se ha vuelto risotadas, me cacheteo para despertar, alguien está abriendo la puerta, y me despido de él con un abrazo, el cielo esta aclarando, camino por el centro de la calle, comienzo a cantar: ”Now I'm lost!” tengo una botella becker en la mano, y grito:” Now I'm lost, now I’m Lost, now I’m lost, last night I heard leporssssss”. No se que mas viene “¡now I’m lost!”, un taxista me toca la bocina, le tiro la botella, la que se revienta hermosamente por el pavimento, vuelve a ocurrir la imagen rápida, pero ahora a 16x, la que se come cuadros, olvido si he dado algunos pasos, y confundo las calles. Llego a la estación, por suerte el pase lo tengo en la chaqueta y se me hace fácil sacarlo, bajo las escaleras agarrado, y me sigo apoyando por la muralla ya en el andén, me da miedo ver ese socavón paralelo a la línea amarilla. Llega el metro, con un sonido de tormenta, me hace doler la cabeza, lo abordo y tomo un asiento, las imágenes se me pasan como flash y olvido las de entre medio, la visión se me aleja, el sonido también. A lo lejos escucho algo como “estación Terminal San Pablo”, el metro se detiene, y vuelve a la marcha, se detiene, abre las puertas, alguien me golpea en el hombro, o miro, veo una mancha amarilla, “amigo, salga!” otra mancha amarilla detrás de la primera, se ríe.

Esa noche habíamos peleado, fue una discusión mas subida de tono que las anteriores, mejor dicho, rompimos. Volví a mi habitación, y me tire sobre la cama, abrí las cortinas para que entrase la luz del poste del frente. La habitación. Con la luz tenue amarillenta del foco, se veía calidamente lúgubre. Todo había andado mal últimamente, casi me echan de la U, perdí a unos amigos, se me termino el dinero y por suerte mi padre me mando los pasajes de vuelta. Pero. Volveré solo, miro mi bolso esta listo. Me revuelco en las mantas, me levanto de la cama y prendo la luz del baño, me miro en el espejo, veo mi rostro patético, hinchado y con los ojos rojos por llorar, lagrimas amargas y saladas.¿por qué vienen esas ganas de arrancar cuando uno esta mal, de dejar todo tirado y desvanecer en la lejanía?
El sonido del agua correr me relaja, y suena extraño como se va por la cañería, como un sonido de una garganta que traga agua y aire y se atragante entremedio. Se siente muy helada el agua en mi cara, y las gotitas que caen por el cuello dan escalofríos. Me veo nuevamente en el espejo, es difícil mirarse a si mismo, no como un objeto, sino en lo que uno es en si, y de que todo este tiempo, solo he mantenido una farsa, y solo he conseguido destruirla y destruirme, ¿por qué uno sigue amando cuando ya no existe el amor, por qué uno se aferra a ese prostituido sentimiento?
Apago la luz del baño, la habitación queda nuevamente iluminada por la luz amarilla del foco, me tiro sobre la cama, los ojos me pesan, me invade el sueño, pero noto que ya esta aclarando, y el foco se apaga, miro la hora, y ya son las siete, a las 9 sale el tren.
De cierta forma, igual saldré arrancando, y dejare todo como esta, tomare vacaciones de mi mismo, para quizás, siempre quedarme en ellas.
Llego a la estación, mi metro tren está próximo a salir, llego a la puerta, miro mi mano, aun tengo dos pasajes, tomo el otro con la mano izquierda, lo quedo mirando, y lo suelto. Tomo un asiento al lado de la venta, el tren parte, ¿dejo algo atrás, para empezar algo nuevo? Creo que solo me doy vueltas en lo mismo, el año que viene quizás será lo mismo.

Tome el metro a eso de las 1, entraba a las 2 a clases, me puse en el respaldo de un asiento al lado de la puerta, en el 5 vagón, ese era mi lugar predilecto y odiaba que me lo ocupasen. Me apoye, y paso esa chica que había visto pasar a esa misma hora los días anteriores. La quede mirando y se sentó dándome la espalda mas adelante.
El metro se lleno, y seguí mirándola, tenía que bajarme en estación Universidad de Chile, pero decidí seguirla. Llegamos a estación Los Leones y ella bajo, la seguí, y corrí tras ella, y de algo reflejo, saque la cámara que tenia guardada, la tome de la mano, se dio vuelta, me sonrió, y lo único que atine a decir fue, “puedo sacarte una foto?”
Me respondió que si, esperamos que se fuera la gente, y en el muro de la estación, que posee variados colores, le tome la fotografía. Me acerque y le dije, “gracias, podremos volver a vernos?”, a lo que ella respondió, “eso solo depende de ti”.
Ya eran las 2, no llegue a clases, pero me devolví caminando y mirando como pasaban las micros y como se elevaban algunos edificios. Creo que esa fue la única vez que he visto tan lindo Santiago.

I Love Stgo

No es por ser nacionalista, pero me gusta apreciar lo propio, y nuestra ciudad (Santiago de Chile) es muy poco valorada, o solo se valora lo que esta de moda, como barrio Bella Vista y Lastarria, o la comúnmente fotografiada Providencia. Por ello. Quiero rescatar toda la hermosura que posee esta ciudad, porque a fin de cuentas, la hermosura solo sigue cánones.
Pero basta de ello, solo quiero hacer recordar lo nuestro, mostrar lo que amamos y lo que odiamos, y ver todo lo que nos ofrece nuestra ciudad, nuestra ciudad alien, incomprendida, amada, odiada, sucia, hermosa y asquerosa, pero nuestra ciudad al fin y al cabo.