domingo, 19 de agosto de 2007




Siento un olor a copete muy fuerte, tengo una manga del polerón húmeda con no se que, alguien está hablando, le digo:”cállate weon”. Los tipos de ríen, camino hacia el sillón, intento sentarme, el cuerpo se me va, y me pego un cabezazo contra la pared, escucho risas, escucho como el audio en bajo, mi vista esta extraña, mi cabeza da un poco de vueltas, cada paso que doy, pierdo un segundo ya he dado otro segundo, como poner una película a 8x y después volver a ponerle PLAY. Escucho risas. Estoy acostado, alguien me acostó, siento una mano en la rodilla, las voces se van y apagan la luz, la mano va en el muslo, siento que me desvanezco y me hundo en la cama, pero esa mano me agarra de la guata, y vuelvo, de un salto estoy en pie. Y salgo corriendo. Subo una escalera caracol, estoy conversando, o por lo menos intentándolo, alguien se ríe, comienzo a toser, “ese weon va a vomitar”, escucho de una de las camas de la habitación, alguien me toma y me conduce al baño, pero está ocupado, siento como una cosa extraña intenta salir de mi garganta, corro al baño d abajo, bajo la escalera corriendo, con las manos apoyadas en amos lados para que no se me corra el cuerpo, con movimientos torpes subo la tapa, y deposito una mancha en el agua del inodoro.
Estoy sentado, no se donde estoy, alguien me vuelve a servir un vaso ya vaciado cien veces. Intento enfocar la mirada pero se me va, la conversación se ha vuelto risotadas, me cacheteo para despertar, alguien está abriendo la puerta, y me despido de él con un abrazo, el cielo esta aclarando, camino por el centro de la calle, comienzo a cantar: ”Now I'm lost!” tengo una botella becker en la mano, y grito:” Now I'm lost, now I’m Lost, now I’m lost, last night I heard leporssssss”. No se que mas viene “¡now I’m lost!”, un taxista me toca la bocina, le tiro la botella, la que se revienta hermosamente por el pavimento, vuelve a ocurrir la imagen rápida, pero ahora a 16x, la que se come cuadros, olvido si he dado algunos pasos, y confundo las calles. Llego a la estación, por suerte el pase lo tengo en la chaqueta y se me hace fácil sacarlo, bajo las escaleras agarrado, y me sigo apoyando por la muralla ya en el andén, me da miedo ver ese socavón paralelo a la línea amarilla. Llega el metro, con un sonido de tormenta, me hace doler la cabeza, lo abordo y tomo un asiento, las imágenes se me pasan como flash y olvido las de entre medio, la visión se me aleja, el sonido también. A lo lejos escucho algo como “estación Terminal San Pablo”, el metro se detiene, y vuelve a la marcha, se detiene, abre las puertas, alguien me golpea en el hombro, o miro, veo una mancha amarilla, “amigo, salga!” otra mancha amarilla detrás de la primera, se ríe.

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